Ruta Jesuítica

Bienvenidos a uno de los territorios más antiguos e importantes de América del Sur. Un recorrido geográfico e histórico por el origen de la rica y apasionante mezcla de culturas que ocurre en el antiguo territorio de las Misiones Jesuíticas y que hoy perdura en su gente, su inmenso patrimonio arquitectónico, natural, urbano, gastronómico y artístico. Paraguay ofrece la oportunidad única de conocer cómodamente y con un sencillo presupuesto una de las atracciones turísticas menos convencionales y más cautivadoras del mundo.

La Ruta Jesuítica es el mejor secreto guardado del Paraguay

Prepare los pies para caminar por tierra roja entre naturaleza selvática virgen y edificios coloniales en perfecto estado de conservación. Abra bien los ojos en los maravillosos pueblos que se ven detenidos en el siglo XVII y XVIII y que unen esta centenaria ruta que atraviesa los actuales departamentos de Misiones, Itapúa y Alto Paraná. Descubra las historias de amor, bélicas, trágicas y gloriosas que ocurrieron a lo largo de cientos de años de convivencia entre indígenas guaraníes y colonos y religiosos europeos. Huela la humedad del ambiente, de la madera y del verde omnipresente. Disfrute de la mezcla milenaria entre culturas europeas, indígenas y orientales. Guaraníes y jesuitas le guiarán por las tierras del jaguar, el agua pura y el aire húmedo.

Este es un destino que alberga preciosos tesoros legados de nuestros antepasados y compatriotas guaraníes. Durante el recorrido podrá saborear deliciosos y aromáticos platos típicos y apreciar riquezas naturales únicas a precios muy competitivos. Durante todo el año, los diversos pueblos que integran esta ruta celebran fiestas populares, patronales y festivales que recrean las costumbres y tradiciones con exhibiciones de destreza ecuestre, exposición y venta de artesanías de hilo, lana, madera y piedra, interpretación de música folklórica y sacra, entre otros atractivos.

Destacan la Semana Santa en Tañarandy, los eventos como la Fiesta de la Tradición Misionera; el Festival del Ovecha Rague; el Festival del Batiburrillo, del chorizo sanjuanino y el chiriki; la Fiesta de las Colectividades; la Fiesta del Chopp; Los Carnavales encarnacenos; la Fiesta Nacional de la Sandía; la kermes Navideña y la Fiesta Nacional del Chipá, entre otras muchas actividades perfectas para conocer mejor la historia y la actual sociedad paraguaya mientras se divierte.

Asimismo, este destino ofrece las majestuosas represas hidroeléctricas de Itaipú (Paraguay-Brasil), y Yacyreta (Paraguay- Argentina), las actividades de pesca sobre el inmenso río Paraná; el sabor rural y las cómodas granjas con todos los lujos de la ciudad, los imponentes saltos de ríos que son tributarios del Río Paraná (como el Salto del Monday), la naturaleza de las reservas San Rafael, Moises Bertoni, Parque Manantial, Refugio Atinguy o Refugio Tati Yupi. También la ruta de la yerba mate (el oro verde del Paraguay o de las Misiones Guaraní) y la ruta de los inmigrantes de tantos países con sus diferentes manifestaciones culturales. Experiencias de la historia e instrumentos musicales y obras monumentales que perduran hasta hoy, como huella y símbolo de una época que contribuyó sobremanera a la promoción social y cultural de los indígenas guaraní que habitaban el suelo paraguayo en ese entonces.

El valioso e inigualable patrimonio cultural e histórico, se muestra ante el mundo con sus imponentes construcciones y sus museos que albergan extraordinarias obras místicas.

San Ignacio Guazú

Es la más antigua de las ciudades jesuíticas guaraní del Paraguay, fundada en el año 1609, y en donde se destaca el Museo Diocesano de Arte Jesuítico Guaraní, con sus notables tallas del barroco hispano-guaraní. Allí se exhiben, en cuatro salas, 30 imágenes talladas en madera policromada. Los temas de las salas son: La Creación, La Redención, La Historia de Cristo en la Iglesia y La Compañía de Jesús.

Santa María de Fe

Pueblo mágico y de calma, donde su museo de arte establecido en una de las casas de indios, se pueden apreciar imágenes como el grupo de la Natividad y otros testimonios de rico pasado cultural y religioso. Se destaca el tallado en madera de una virgen, de dos metros de altura, que se halla en la iglesia actual del pueblo. La artesanía de los pobladores de Santa María se destaca por su colorido, su peculiar bordado y originalidad.

Santa Rosa de Lima

Fue fundada en 1698 con familias provenientes de Santa María de Fe. Entre sus atractivos se encuentran el campanario original -construido en piedra roja–itaky-, los vestigios de la iglesia original, y una casa de indios íntegra. Así también, la capilla de Nuestra Señora de Loreto conserva frescos pintados en sus muros e impresionantes imágenes talladas en madera.

Santiago Apóstol

Refundada en 1669, posee un casco urbano con casa de indios y museo de tallas religiosas. En su iglesia parroquial se puede ver el único retablo jesuítico completo del país y una impresionante talla ecuestre que representa a Santiago venciendo a los moros. Esta reducción todavía conserva algunas características coloniales, como su plaza central, la casa de indios y el museo, en donde se exhiben estatuas de estilo barroco de los siglos XVI y XVII, y vestigios de la antigua Iglesia de Santiago, derrumbada en 1907.

San Cosme y San Damián

Fundada en 1760, probablemente sea la misión más conocida gracias a los trabajos y estudios sobre Astronomía del Padre Buenaventura Suárez, quien construyó telescopios, cuadrantes astronómicos y un reloj de sol. La iglesia actual reúne imágenes de madera policromada y varias tallas y el reloj de sol, casi cuadrado, hecho de piedra.

Otro de los iconos es el Centro de Interpretación Astronómica Buenaventura Suárez, en homenaje al sacerdote jesuita que construyó el segundo observatorio en nuestro continente en el recinto correspondiente a la Misión Jesuítica Guaraní de San Cosme y San Damián, en el siglo XVIII, empleando materiales que podía obtener en la propia misión, como cristales de cuarzo que encontró a orillas del Río Paraná para confeccionar las lentes. Este centro consiste en un complejo que cuenta con un planetario, observatorio astronómico, sala de proyección multimedia y bloque de servicios.

Santísima Trinidad del Paraná – Patrimonio de la Humanidad Unesco

Es considerada como “la mayor y mejor conservada de todas las reducciones”. Iniciada en el año 1706, se destacan los frisos de los ángeles músicos de la iglesia mayor y la torre situada a cierta distancia de la iglesia menor. En el complejo se encuentran dos museos: El Museo Jesuítico con tallas en piedra, nichos y retablos, y el Museo Lítico, al costado del templo, con piezas esculpidas en piedras, restos de ángeles y santos.

No se puede perder el turista el recorrido cultural “Luces, Sonidos e Imágenes”, en la misión de Santísima Trinidad. Allí podrá rememorar los años de vivencia y aprendizaje que guaraníes y jesuíticas en el siglo XVII. La reproducción  del encuentro de dos civilizaciones es por tanto, un medio cultural para la comprensión del tiempo y la acción transformada de lo jesuítico. Este espectáculo, recreado con delicada y genuina expresión artística, vale la pena disfrutarlo.-

Jesús de Tavarangüe –  Patrimonio de la Humanidad  Unesco.

 La inconclusa terminación de la Misión debido a la expulsión de la orden Jesuita en el año 1767, la construcción de su iglesia se destaca por su grandiosidad, y se hubiera convertido en una de las iglesias más grandes de la época, a más de destacarse por su diseño arquitectónico único de estilo mudéjar.

Un espectáculo en  tecnología de Mapping 3D, en la Misión de Jesús de Tavarangüe, rememora a sus visitantes, la conexión de la historia y desarrollo de la vida guaraní en las Misiones jesuíticas Guaraní, desde su creación y desarrollo de los más de 30 pueblos fundados por la Compañía de Jesús, y fomenta la revalorización de la herencia cultural guaraní.-

Misión Nuestra Señora de la Encarnación de Itapúa.

actual ciudad de Encarnación, más conocida como la Perla del Sur, es la Capital de la Ruta Jesuítica, fundada por el único Santo Paraguayo Jesuita  San Roque González de Santa Cruz, que suma al destino un importante segmento de atractivos y servicios. La Plaza Central actual llamada De Armas, fue el escenario de la antigua misión de Itapúa, en la que se asentaron los guaraní.