Visitar este destino es una oportunidad única de conocer toda la tradición culinaria paraguaya. Su mezcla inmensa e histórica de culturas indígenas, vida rural y sofisticación moderna. Un país donde la materia prima es tan excelente que su cocina no puede ser menos.
Parador Hotel del Touring y Automovil Club Paraguayo
Los peces del río Tebicuary y la experta cocinera del restaurante de este hotel son la oportunidad perfecta para iniciar también un viaje culinario exquisito a través del agua dulce de sus ríos. Los surubíes, enormes pescados de río, cocidos con harina de trigo o pan rallado y acompañados de huevos, limón y cebolla caramelizada son una excelente introducción a los sabores de esta tierra sin mar. Andrés Etter, el propietario, paraguayo de origen suizo, dice que en un sólo día pueden salir de su cocina hasta 1.200 milanesas de pescado.
La Arcadia Restaurant
Visite este lugar aunque sólo sea para deleitarse con los frescos amarillos de su techo y paredes realizados por el artista local Koki Ruiz. Es cómo comer sentado en la Capilla Sixtina. La decoración elegante y única es una representación genial del arte y el gusto paraguayo actual.
Además podrá degustar recetas tradicionales del país y más específicas de la región, como los platos elaborados a base de cordero, la especialidad de la casa. También surubí en varias formas, vaca deliciosa y varias presentaciones diferentes de mandioca y platos a base de maíz. Bebida con miel de caña, cedrón y limón. Cordero a las finas hierbas, so’o ku’i arroz (carne con arroz en guaraní). Siempre acompañado de mandioca. Aromas dulces y amargos en la chastaka, el mandi´o chiriri, la tradicional sopa paraguaya. Y excelencia con los ñoquis o ravioles rellenos de cordero y también platos vegetarianos, mariscos y salmón.
Hotel -Restaurante Papillon
Un hotel gourmet de inspiración alemana en pleno corazón de América del Sur. Ubicado en Bella Vista, muy cerca de las misiones mejor conservadas de la región, este restaurante y hotel está atravesado por la historia de Paraguay, así como la de sus propietarios, un matrimonio de paraguaya y alemán. Su emprendimiento ha recibido a casi todos los presidentes del país y es el lugar elegido por las altas esferas para comer y conversar en un ambiente tranquilo, elegante y sofisticado.
Su restaurante es excelente. Destaca el sabor y la calidad de la carne y su pieza especial: la costilla asada durante horas a las brasas. Las habitaciones parecen las de un moderno hotel europeo, con una mezcla entre tecnología y decoración rural sublime. Comodidad, sencillez, modernidad y elegancia juntas. Y un patio impresionante abarrotado de flora cuidada personalmente por sus propietarios, rodeando la piscina, el gimnasio, la zona de hamacas o la guardería. Un lugar de ensueño.
- Posadas Turísticas: Estos establecimientos ofrecen servicios hosteleros estandarizados y la posibilidad de que el viajero viva la cultura de cada comunidad, a través de las costumbres y tradiciones, gastronómicas y artesanales de una familia local que regenta su propio pequeño alojamiento. Al encanto y la hospitalidad de estos lugares se suma su competitivo precio.
- Comida en la estancia Tacuaty: Aproveche la oportunidad de estar en uno de los países que más y mejor carne produce para degustar las especialidades de una estancia ganadera como la de Tacuaty, en Santiago (Misiones). Cordero, vaca, cerdo y pollo asados de formas únicas y con sabores auténticos.
- Asado a la criolla: Para ser bien paraguayo debe ser a la parrilla. Costillas de res cocinadas a fuego lento sobre madera o brasa de carbón. Dorada y crujiente por fuera y jugosa y blandita por dentro. También se come a la olla, normalmente la carne que sobró del asado que se rehidrata y ablanda aún más en una salsa con sus propios jugos.
- El locro: Este es uno de los platos de cuchara favoritos de los paraguayos. La tradición es comerlo con maíz blanco partido, calabaza, panceta ahumada, tira de asado, cerdo, chorizo y cebolla de verdeo fresca. Pura energía.
- El batiburrillo: inventado por un inmigrante vasco (España), en Paraguay en 1926, a partir de otra receta tradicional de su lugar de origen. Es un estofado de carne que se ha convertido en una tradición en toda la parte sur de Paraguay. Donde cada año se celebra un festival gastronómico en homenaje a esta receta y su creador.
- La chastaca: es una comida típica paraguaya. La carne de vaca seca se cocina junto a huevo, cebolla y sal en grasa del mismo animal, a veces se mezcla también con harina de maíz y se acompaña con mandioca frita. Delicioso y contundente. Tanto que era el alimento que los soldados paraguayos llevaban durante las largas campañas militares.
- El ryguasu ka’ẽ: Si está acostumbrado a comer los pollos de supermercado, esta receta le reencontrará con el verdadero sabor de las aves de corral bien alimentadas. Gallinas y pollos caseros exquisitos, una tradición que se reservaba antes para las celebraciones importantes.
- La sopa paraguaya: Paraguay es probablemente el único país del mundo donde se le llama sopa a un bizcochuelo salado de queso, cebolla, huevo y harina de maíz. Riquísimo competidor del otro gran manjar que se come casi a diario en el país: el chipa guazú.
- Chipa guazú: junto a la sopa es el plato estrella de cualquier casa paraguaya. Es un delicioso pastel salado hecho con maíz y queso fresco. Dulce, crocante y tostado por fuera, cremoso y salado por dentro. Una comida accesible y popular, que se puede encontrar en casi cualquier bar o restaurante de Asunción o del resto del país. Es una explosión de sabores dulces, amargos, salados y ácidos espectacular